El León , rey de los bosques, poderoso quiso armar un ejército famoso. Juntó a sus animales, al instante empezó por cargar al Elefante , un castillo con útiles, y encima rabiosos Lobos que pusiesen grima. Al Oso le encargó de los asaltos, al Mono , con sus gestos y sus saltos, mandó que al enemigo entretuviese. A la Zorra , que diese ingeniosos ardides al intento. Uno gritó: " La liebre y el jumento, éste por lento, aquella por miedosa, de estorbo servirán, no de otra cosa. " " ¿De estorbo? " dijo el Rey , " Yo no lo creo: en la Liebre tendremos un ágil correo y en el Asno mis tropas tendrán una Corneta. " Así quedó la armada bien completa. Tu retrato es León, conde prudente, y si a tu imitación, según deseo, examinan los Jefes a su gente, a todos han de dar útil empleo. ¿Por qué no lo han de hacer? si hay cucaña, ¿cómo no hallar oci...